viernes, 14 de mayo de 2010
Músicos dan su respaldo al grupo Llajtaymanta
Amancaya Finkel / La Paz
El grupo orureño Llajtaymanta ha causado revuelo en los últimos días en el ámbito de la cultura, pero músicos entrevistados por Página Siete les dieron su respaldo.
Los miembros de la agrupación folklórica compusieron una canción para un centro cultural peruano, en cuya letra algunos piensan que se sugiere que el caporal proviene del Perú.
La canción “Mi corazón contigo está” dice así: “Centro cultural andino/el umbral divino/caporal genuino/ bailando contigo/ mi gran cultural/”.
Gracias a este texto, el grupo ha recibido fuertes críticas en los medios y de muchos de sus fans. Según Napoleón Gómez Silva, director de Radio Pasión Boliviana y presidente de la Organización Boliviana de Defensa y Difusión del Folklore Boliviano, a partir de la palabra “genuino” podría inferirse que los caporales son de Perú.
En internet los comentarios de molestia se multiplican: “La traición tiene nuevo nombre” dice un bloggero y nombra al grupo. “Vendepatrias, dejen de borrar nuestros comentarios de su Facebook”, dice uno de los mensajes. “No se quiere llegar a insultar a ningún cuate peruano, pero sí a los ‘maleantes’ que quieren robar mi cultura”, dice un aviso que aparece antes de iniciarse el video de la canción del grupo en You Tube.
Para el presidente de la Fraternidad de los Caporales de San Simón, Néstor Enrique, lo que hicieron los músicos fue una gran equivocación. “Es gracias a nosotros que se ha difundido la danza; antes sólo la bailaban en las clases bajas y el caporal es 100% boliviano”, sostiene.
“Nadie nos quita lo bailado”
No todos están de acuerdo con esas críticas. Varios músicos salieron en defensa del grupo. “Jamás podrá existir una barrera que limite la migración de expresiones culturales”, afirma, por el contrario, el músico Álvaro Montenegro.
“Me parece que en ningún momento se cuestiona el origen del caporal , y que si los peruanos tienen que pagar a grupos bolivianos para hacerles la música de sus festivales o centros culturales, eso no hace más que hablar muy bien de nuestra música y de nuestros músicos. Me alegra que en Puno se baile el ‘genuino’ caporal boliviano, pues a nosotros nadie nos quita lo bailado”, dijo.
El músico mencionó también otro tema, el de las “fronteras artificiales” entre los dos países. “Dónde queda la reconstrucción del mundo andino?, ¿no es la región lacustre la más aymara de todo el altiplano? Quien conozca Puno, sentirá que la frontera no es más que una estupidez realmente colonizadora de un pueblo que nunca debió estar separado. O sea que quien vea al sur peruano como algo ajeno en cultura y música, no está más que reforzando los valores de la Colonia y de la República burguesa”.
Intercambios culturales
“Tengo sospechas y reparos en torno a las pertenencias y nacionalidades de ciertas expresiones de la cultura popular”, comenta el compositor Óscar García, “porque sabemos que la cultura popular está hecha de préstamos, de dinámicas, culturas apropiadas, enajenadas. Ahora, como forma musical que pretende ser esencialmente simbólica, es importante para el país y Bolivia siempre la víctima de que le ‘choreen’ todo y este caso no creo que sea la excepción, pero ¿dónde empieza Bolivia y dónde termina Perú en términos culturales? Nos quejamos todo el tiempo de que nos están robando, pero no hacemos nada para que Bolivia y sus expresiones salgan al mundo”.
La cantante Enriqueta Ulloa considera que los grupos tienen todo el derecho de componer canciones para quien deseen. “Llajtaymanta es un grupo que tiene 20 años de difundir la cultura y la música bolivianas. Yo quisiera que nos muestren un documento que diga que el caporal es específicamente boliviano. Lo que hace falta son políticas culturales que den a conocer nuestra cultura”.
Añadió que “el vals es peruano y nosotros, en Bolivia, tenemos el tema ‘Las playas del Beni’, que es un vals”, dice la cantante tarijeña para quien éste no es más que un “falso debate”.
El grupo orureño Llajtaymanta ha causado revuelo en los últimos días en el ámbito de la cultura, pero músicos entrevistados por Página Siete les dieron su respaldo.
Los miembros de la agrupación folklórica compusieron una canción para un centro cultural peruano, en cuya letra algunos piensan que se sugiere que el caporal proviene del Perú.
La canción “Mi corazón contigo está” dice así: “Centro cultural andino/el umbral divino/caporal genuino/ bailando contigo/ mi gran cultural/”.
Gracias a este texto, el grupo ha recibido fuertes críticas en los medios y de muchos de sus fans. Según Napoleón Gómez Silva, director de Radio Pasión Boliviana y presidente de la Organización Boliviana de Defensa y Difusión del Folklore Boliviano, a partir de la palabra “genuino” podría inferirse que los caporales son de Perú.
En internet los comentarios de molestia se multiplican: “La traición tiene nuevo nombre” dice un bloggero y nombra al grupo. “Vendepatrias, dejen de borrar nuestros comentarios de su Facebook”, dice uno de los mensajes. “No se quiere llegar a insultar a ningún cuate peruano, pero sí a los ‘maleantes’ que quieren robar mi cultura”, dice un aviso que aparece antes de iniciarse el video de la canción del grupo en You Tube.
Para el presidente de la Fraternidad de los Caporales de San Simón, Néstor Enrique, lo que hicieron los músicos fue una gran equivocación. “Es gracias a nosotros que se ha difundido la danza; antes sólo la bailaban en las clases bajas y el caporal es 100% boliviano”, sostiene.
“Nadie nos quita lo bailado”
No todos están de acuerdo con esas críticas. Varios músicos salieron en defensa del grupo. “Jamás podrá existir una barrera que limite la migración de expresiones culturales”, afirma, por el contrario, el músico Álvaro Montenegro.
“Me parece que en ningún momento se cuestiona el origen del caporal , y que si los peruanos tienen que pagar a grupos bolivianos para hacerles la música de sus festivales o centros culturales, eso no hace más que hablar muy bien de nuestra música y de nuestros músicos. Me alegra que en Puno se baile el ‘genuino’ caporal boliviano, pues a nosotros nadie nos quita lo bailado”, dijo.
El músico mencionó también otro tema, el de las “fronteras artificiales” entre los dos países. “Dónde queda la reconstrucción del mundo andino?, ¿no es la región lacustre la más aymara de todo el altiplano? Quien conozca Puno, sentirá que la frontera no es más que una estupidez realmente colonizadora de un pueblo que nunca debió estar separado. O sea que quien vea al sur peruano como algo ajeno en cultura y música, no está más que reforzando los valores de la Colonia y de la República burguesa”.
Intercambios culturales
“Tengo sospechas y reparos en torno a las pertenencias y nacionalidades de ciertas expresiones de la cultura popular”, comenta el compositor Óscar García, “porque sabemos que la cultura popular está hecha de préstamos, de dinámicas, culturas apropiadas, enajenadas. Ahora, como forma musical que pretende ser esencialmente simbólica, es importante para el país y Bolivia siempre la víctima de que le ‘choreen’ todo y este caso no creo que sea la excepción, pero ¿dónde empieza Bolivia y dónde termina Perú en términos culturales? Nos quejamos todo el tiempo de que nos están robando, pero no hacemos nada para que Bolivia y sus expresiones salgan al mundo”.
La cantante Enriqueta Ulloa considera que los grupos tienen todo el derecho de componer canciones para quien deseen. “Llajtaymanta es un grupo que tiene 20 años de difundir la cultura y la música bolivianas. Yo quisiera que nos muestren un documento que diga que el caporal es específicamente boliviano. Lo que hace falta son políticas culturales que den a conocer nuestra cultura”.
Añadió que “el vals es peruano y nosotros, en Bolivia, tenemos el tema ‘Las playas del Beni’, que es un vals”, dice la cantante tarijeña para quien éste no es más que un “falso debate”.
La británica Rurelec inicia un arbitraje por Guaracachi
Karen Gil / La Paz
La británica Rurelec inició el proceso de arbitraje internacional contra el país por la nacionalización de las generadoras de electricidad de Guaracachi, dejando un plazo de seis meses para negociar el pago por la compensación.
La multinacional Rurelec anunció ayer en su página web que abrió el proceso de arbitraje contra Bolivia, por no respetar el Tratado Bilateral de Inversiones entre el Reino Unido y Bolivia.
Este proceso da inicio a los seis meses de negociación antes del arbitraje internacional. “Hemos iniciado el proceso formal de arbitraje para reducir los plazos generales, en caso de que se requiera un acuerdo supervisado internacionalmente”, dijo el gerente de Rurelec, Peter Earl.
Si bien, el decreto supremo de la nacionalización promulgada por el presidente Evo Morales el 1 de mayo señala que en un periodo de 120 días se evaluará el costo de las acciones que se pagará a la empresa británica, los directores de Rurelec informaron que el valor justo por las generadoras es más de 70 millones dólares.
A pesar de esta declaración, la ministra de Planificación, Viviana Caro, indicó la anterior semana que el Gobierno tiene un fondo inicial de 50 millones de dólares para indemnizar a tres empresas privadas de electricidad, entre ellas una francesa y otra británica. Morales dijo el 1 de mayo que la nacionalización de las eléctricas se produjo después de un año de infructuosas negociaciones, ya que las empresas demandaban indemnizaciones muy superiores a los precios de las acciones.
Por su parte, Earl explicó que el valor de Guaracachi está vinculado a sus ganancias futuras que debería duplicarse a partir del año 2010 como resultado del aumento de los márgenes de ciclo combinado de la nueva planta de energía contratada y de créditos de carbono, provenientes de los excedentes de EEUU.
De acuerdo con el portal, Rurelec dio instrucciones a la firma internacional de abogados Freshfields Bruckhaus Deringer LLP para que los asesoren en relación a las negociaciones y en un arbitraje final. Según el portal, las inversiones de Rurelec en Bolivia están plenamente protegidas, como resultado de un tratado de inversiones entre Bolivia y el Reino Unido, que entró en vigor en 1990. El Acuerdo para la Promoción y Protección de Inversiones fue firmado en La Paz el 24 de mayo de 1988.
Este tratado protege a todas las empresas británicas y garantiza el pago del valor de mercado en el caso de la nacionalización estatal obligatoria de sus inversiones en Bolivia.
La británica Rurelec inició el proceso de arbitraje internacional contra el país por la nacionalización de las generadoras de electricidad de Guaracachi, dejando un plazo de seis meses para negociar el pago por la compensación.
La multinacional Rurelec anunció ayer en su página web que abrió el proceso de arbitraje contra Bolivia, por no respetar el Tratado Bilateral de Inversiones entre el Reino Unido y Bolivia.
Este proceso da inicio a los seis meses de negociación antes del arbitraje internacional. “Hemos iniciado el proceso formal de arbitraje para reducir los plazos generales, en caso de que se requiera un acuerdo supervisado internacionalmente”, dijo el gerente de Rurelec, Peter Earl.
Si bien, el decreto supremo de la nacionalización promulgada por el presidente Evo Morales el 1 de mayo señala que en un periodo de 120 días se evaluará el costo de las acciones que se pagará a la empresa británica, los directores de Rurelec informaron que el valor justo por las generadoras es más de 70 millones dólares.
A pesar de esta declaración, la ministra de Planificación, Viviana Caro, indicó la anterior semana que el Gobierno tiene un fondo inicial de 50 millones de dólares para indemnizar a tres empresas privadas de electricidad, entre ellas una francesa y otra británica. Morales dijo el 1 de mayo que la nacionalización de las eléctricas se produjo después de un año de infructuosas negociaciones, ya que las empresas demandaban indemnizaciones muy superiores a los precios de las acciones.
Por su parte, Earl explicó que el valor de Guaracachi está vinculado a sus ganancias futuras que debería duplicarse a partir del año 2010 como resultado del aumento de los márgenes de ciclo combinado de la nueva planta de energía contratada y de créditos de carbono, provenientes de los excedentes de EEUU.
De acuerdo con el portal, Rurelec dio instrucciones a la firma internacional de abogados Freshfields Bruckhaus Deringer LLP para que los asesoren en relación a las negociaciones y en un arbitraje final. Según el portal, las inversiones de Rurelec en Bolivia están plenamente protegidas, como resultado de un tratado de inversiones entre Bolivia y el Reino Unido, que entró en vigor en 1990. El Acuerdo para la Promoción y Protección de Inversiones fue firmado en La Paz el 24 de mayo de 1988.
Este tratado protege a todas las empresas británicas y garantiza el pago del valor de mercado en el caso de la nacionalización estatal obligatoria de sus inversiones en Bolivia.
Modesto Ayala, 35 años cuidando la Catedral
Óscar Ordóñez A. / La Paz
Modesto Ayala tiene 62 años y hace 35 que trabaja como celoso guardián de la Catedral Metropolitana de La Paz, uno de los íconos de la plaza Murillo, templo silencioso que ha sido testigo de los hechos que marcaron el destino del país.
Para él no hay feriados, ni días de descanso. El suyo es un empleo de todos los días. Pese a que ya se jubiló, los sacerdotes de este templo han vuelto a llamarlo. “Ellos confían en mí. Les estoy muy agradecido”, resalta.
Cada mañana, Ayala se levanta con el sol para, luego de su desayuno, dirigirse a la Catedral desde su casa, ubicada en la zona 16 de Julio de El Alto.
Los días de misa y todos los domingos se encarga de recibir la limosna de los fieles.
En días ordinarios, su trabajo consiste en quitar el polvo que de noche se asienta en los bancos de rezo y en las piletas donde suele haber agua bendita para que los fieles la recojan con la punta de los dedos y se la lleven al corazón o a la frente.
Su deber es también estar pendiente de cualquier desperfecto eléctrico o de agua que tenga la Catedral. Además tiene que limpiar los vitrales santos, cuyas imágenes recuerdan distintos pasajes de la Biblia.
Nunca sintió el llamado de Dios para consagrar su vida al sacerdocio, pero sí dice haber sentido la presencia de él en su cotidiano vivir. Antes trabajaba en el colegio don Bosco, en el mismo oficio. “En total ya son 45 años que trabajo con la Iglesia”, explica el veterano sereno.
Muy pocas veces sube hacia las cúpulas, donde se encuentran las campanas, a barrer los excrementos de las palomas, porque se convierten en polvo “y es más fácil que el viento se los lleve”, bromea. Y en tiempo de lluvias, todo termina en las canaletas, cuyos conductos son llevados a las aguas de los ríos que surcan sin pausa, debajo de las calles de esta ciudad. Su deber es mantener limpios esos conductos de agua.
Ayala, con el apoyo de su único ayudante, deja de un día para otro limpios todos los ambientes superiores, donde varios fieles se reúnen algunas noches de la semana para honrar la palabra de Dios.
Con este empleo, Ayala ha costeado la educación de sus tres hijos, quienes hoy ya han formado sus respectivos hogares.
Pocos fieles
Ayala cree que los fieles católicos han disminuido. Su hipótesis parece comprobarla en el hecho de que desde hace diez años el número de fieles que acude a la Catedral ha disminuido considerablemente.
“Antes esta iglesia estaba llena de gente. Qué será… Muy pocos vienen. Antes, la gente hacía cola para pedir una celebración de misa. Ya no es como antes. Sólo (se celebran) las de difuntos”, recuerda este hombre de 62 años de edad.
En aquella época había más de 25 sacerdotes en este templo. Ahora sólo hay dos. Y había ocho serenos. Con el paso de los años, todos se fueron. “Sólo quedo yo. Debe ser que la crisis también afecta a los curas”, concluye con rostro burlón.
Febrero y octubre, el recuerdo negro vito de la Catedral
La última semana de septiembre de 2003, Modesto Ayala ya no pudo ir a cuidar la Catedral Metropolitana de nuestra Señora de La Paz.
Aquellos días no había entrada a la plaza central de Armas de la ciudad.
Las decisiones del poder se estaban tomando en la residencia presidencial de San Jorge, por lo que la plaza central había dejado de tener la vida de otros días.
En aquella ocasión, la plaza parecía abandonada. No había vehículos circulando a su alrededor. No había turistas fotografiándose dando la espalda al palacio presidencial o frente al Congreso. No había vendedores de helado. No había vendedores de maíz para las palomas. No
había niños jugando ante la mirada vigilante de sus padres. No había parejas de enamorados que sellaban su esperado encuentro con un beso de amor. No había payasos escupiendo pompas de jabón. No había fotógrafos de imágenes instantáneas. No, no había nadie. Tampoco periodistas.
Todas las miradas estaban concentradas en la residencia presidencial. Modesto, a través del único televisor de su casa, ubicada en la ciudad de El Alto, también estaba atento a esos acontecimientos, cuyo desenlace terminó con la huida del país de Sánchez de Lozada.
Su esposa agradece a Dios el hecho de que las autoridades religiosas de la Catedral hayan decidido cerrar este templo y preservar así la vida de su esposo.
Sin embargo, Ayala estaba preocupado por la suerte que había corrido el templo más importante de los católicos.
“¡Cómo no iba a estar preocupado! Es mi fuente de trabajo”, dice en tono humilde.
Febrero trágico
Pero no era la primera vez –ese año– que ese sentimiento había cruzado por su corazón. Meses antes, al medio día del miércoles 12 de febrero, junto a otros compañeros de trabajo, había decidido escapar de la Catedral, porque una cascada de balazos entre policías y militares los sorprendió en mitad de sus cotidianas obligaciones.
Bastó con que uno de ellos
asome la mirada por la rendija de una ventana para darse cuenta de que había estallado la bomba de los problemas de aquellos días.
Era la primera vez que tenían la orden de cerrar las puertas del templo. Los pocos empleados de limpieza, suspendieron sus cotidianos quehaceres, con la promesa de volver al día siguiente. Todos se acercaron a la puerta lateral del templo que comunica a la calle Comercio y corrieron a toda prisa para no ser sorprendidos por una bala perdida.
A salvo, Ayala le dio gracias a Dios por haberlo llevado a casa sin mayores contratiempos que el de su natural preocupación por la Catedral. Tenía miedo que en el trayecto lo arresten, o lo confundan con uno más de la multitud que había salido a las calles a protestar en contra del impuesto al salario, un proyecto de ley que el Gobierno de Sánchez de Lozada había ya mandado al Parlamento para su posterior aprobación.
Al llegar a casa, encendió el televisor y poco después vio cómo un balazo hirió a una persona que intentaba ocultarse entre las puertas del templo. Vio también cómo otra persona escapó de ese mismo sitio sin prestar ayuda a quien ya había caído.
Carlos Mesa en la Catedral
La noche del 10 de junio de 2005, cuando Eduardo Rodríguez Beltzé juró a la Presidencia del país, el renunciante Carlos Mesa sorprendió a la poca gente que se encontraba en la plaza Murillo saliendo de Palacio de Gobierno para dirigirse, a pie, hacia la Catedral.
Era la primera vez en su vida que Ayala veía que un Presidente triste entraba a rezar a su iglesia.
Aquel hombre alto, cuya palabra seducía a la población y se traducía en aplausos y vivas, si bien ya no tenía la sonrisa de otros tiempos, aún no había perdido el aura de “buen hombre” con que el país entero lo había conocido cuando era presentador de noticias en la televisión.
Sin embargo, Ayala, con varios periodistas y el resto del país, pudieron advertir la congoja que Carlos Mesa llevaba en el rostro. “Daba pena verlo así”, recuerda este conserje.
Aquel Presidente sin apoyo le dijo días después a El Tiempo, de Bogotá, que durante sus 20 meses de Gobierno intentó “poner sobre la mesa todas las cartas, todo aquello que era subterráneo, todas las facturas históricas por debajo”.
Y reconoció que su error fue el haber pensado que el país iba a mejorarse si él sacaba “los demonios de la caja”.
Modesto Ayala tiene 62 años y hace 35 que trabaja como celoso guardián de la Catedral Metropolitana de La Paz, uno de los íconos de la plaza Murillo, templo silencioso que ha sido testigo de los hechos que marcaron el destino del país.
Para él no hay feriados, ni días de descanso. El suyo es un empleo de todos los días. Pese a que ya se jubiló, los sacerdotes de este templo han vuelto a llamarlo. “Ellos confían en mí. Les estoy muy agradecido”, resalta.
Cada mañana, Ayala se levanta con el sol para, luego de su desayuno, dirigirse a la Catedral desde su casa, ubicada en la zona 16 de Julio de El Alto.
Los días de misa y todos los domingos se encarga de recibir la limosna de los fieles.
En días ordinarios, su trabajo consiste en quitar el polvo que de noche se asienta en los bancos de rezo y en las piletas donde suele haber agua bendita para que los fieles la recojan con la punta de los dedos y se la lleven al corazón o a la frente.
Su deber es también estar pendiente de cualquier desperfecto eléctrico o de agua que tenga la Catedral. Además tiene que limpiar los vitrales santos, cuyas imágenes recuerdan distintos pasajes de la Biblia.
Nunca sintió el llamado de Dios para consagrar su vida al sacerdocio, pero sí dice haber sentido la presencia de él en su cotidiano vivir. Antes trabajaba en el colegio don Bosco, en el mismo oficio. “En total ya son 45 años que trabajo con la Iglesia”, explica el veterano sereno.
Muy pocas veces sube hacia las cúpulas, donde se encuentran las campanas, a barrer los excrementos de las palomas, porque se convierten en polvo “y es más fácil que el viento se los lleve”, bromea. Y en tiempo de lluvias, todo termina en las canaletas, cuyos conductos son llevados a las aguas de los ríos que surcan sin pausa, debajo de las calles de esta ciudad. Su deber es mantener limpios esos conductos de agua.
Ayala, con el apoyo de su único ayudante, deja de un día para otro limpios todos los ambientes superiores, donde varios fieles se reúnen algunas noches de la semana para honrar la palabra de Dios.
Con este empleo, Ayala ha costeado la educación de sus tres hijos, quienes hoy ya han formado sus respectivos hogares.
Pocos fieles
Ayala cree que los fieles católicos han disminuido. Su hipótesis parece comprobarla en el hecho de que desde hace diez años el número de fieles que acude a la Catedral ha disminuido considerablemente.
“Antes esta iglesia estaba llena de gente. Qué será… Muy pocos vienen. Antes, la gente hacía cola para pedir una celebración de misa. Ya no es como antes. Sólo (se celebran) las de difuntos”, recuerda este hombre de 62 años de edad.
En aquella época había más de 25 sacerdotes en este templo. Ahora sólo hay dos. Y había ocho serenos. Con el paso de los años, todos se fueron. “Sólo quedo yo. Debe ser que la crisis también afecta a los curas”, concluye con rostro burlón.
Febrero y octubre, el recuerdo negro vito de la Catedral
La última semana de septiembre de 2003, Modesto Ayala ya no pudo ir a cuidar la Catedral Metropolitana de nuestra Señora de La Paz.
Aquellos días no había entrada a la plaza central de Armas de la ciudad.
Las decisiones del poder se estaban tomando en la residencia presidencial de San Jorge, por lo que la plaza central había dejado de tener la vida de otros días.
En aquella ocasión, la plaza parecía abandonada. No había vehículos circulando a su alrededor. No había turistas fotografiándose dando la espalda al palacio presidencial o frente al Congreso. No había vendedores de helado. No había vendedores de maíz para las palomas. No
había niños jugando ante la mirada vigilante de sus padres. No había parejas de enamorados que sellaban su esperado encuentro con un beso de amor. No había payasos escupiendo pompas de jabón. No había fotógrafos de imágenes instantáneas. No, no había nadie. Tampoco periodistas.
Todas las miradas estaban concentradas en la residencia presidencial. Modesto, a través del único televisor de su casa, ubicada en la ciudad de El Alto, también estaba atento a esos acontecimientos, cuyo desenlace terminó con la huida del país de Sánchez de Lozada.
Su esposa agradece a Dios el hecho de que las autoridades religiosas de la Catedral hayan decidido cerrar este templo y preservar así la vida de su esposo.
Sin embargo, Ayala estaba preocupado por la suerte que había corrido el templo más importante de los católicos.
“¡Cómo no iba a estar preocupado! Es mi fuente de trabajo”, dice en tono humilde.
Febrero trágico
Pero no era la primera vez –ese año– que ese sentimiento había cruzado por su corazón. Meses antes, al medio día del miércoles 12 de febrero, junto a otros compañeros de trabajo, había decidido escapar de la Catedral, porque una cascada de balazos entre policías y militares los sorprendió en mitad de sus cotidianas obligaciones.
Bastó con que uno de ellos
asome la mirada por la rendija de una ventana para darse cuenta de que había estallado la bomba de los problemas de aquellos días.
Era la primera vez que tenían la orden de cerrar las puertas del templo. Los pocos empleados de limpieza, suspendieron sus cotidianos quehaceres, con la promesa de volver al día siguiente. Todos se acercaron a la puerta lateral del templo que comunica a la calle Comercio y corrieron a toda prisa para no ser sorprendidos por una bala perdida.
A salvo, Ayala le dio gracias a Dios por haberlo llevado a casa sin mayores contratiempos que el de su natural preocupación por la Catedral. Tenía miedo que en el trayecto lo arresten, o lo confundan con uno más de la multitud que había salido a las calles a protestar en contra del impuesto al salario, un proyecto de ley que el Gobierno de Sánchez de Lozada había ya mandado al Parlamento para su posterior aprobación.
Al llegar a casa, encendió el televisor y poco después vio cómo un balazo hirió a una persona que intentaba ocultarse entre las puertas del templo. Vio también cómo otra persona escapó de ese mismo sitio sin prestar ayuda a quien ya había caído.
Carlos Mesa en la Catedral
La noche del 10 de junio de 2005, cuando Eduardo Rodríguez Beltzé juró a la Presidencia del país, el renunciante Carlos Mesa sorprendió a la poca gente que se encontraba en la plaza Murillo saliendo de Palacio de Gobierno para dirigirse, a pie, hacia la Catedral.
Era la primera vez en su vida que Ayala veía que un Presidente triste entraba a rezar a su iglesia.
Aquel hombre alto, cuya palabra seducía a la población y se traducía en aplausos y vivas, si bien ya no tenía la sonrisa de otros tiempos, aún no había perdido el aura de “buen hombre” con que el país entero lo había conocido cuando era presentador de noticias en la televisión.
Sin embargo, Ayala, con varios periodistas y el resto del país, pudieron advertir la congoja que Carlos Mesa llevaba en el rostro. “Daba pena verlo así”, recuerda este conserje.
Aquel Presidente sin apoyo le dijo días después a El Tiempo, de Bogotá, que durante sus 20 meses de Gobierno intentó “poner sobre la mesa todas las cartas, todo aquello que era subterráneo, todas las facturas históricas por debajo”.
Y reconoció que su error fue el haber pensado que el país iba a mejorarse si él sacaba “los demonios de la caja”.
La ley transitoria cierra el paso a estatutos de la "media luna"
Página Siete / La Paz
El Gobierno remitió ayer el proyecto de Ley Transitoria de Autonomías a la Asamblea Legislativa Plurinacional para su análisis y aprobación. La propuesta cierra el paso a los estatutos autonómicos de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, aprobados en cuestionados referendos regionales.
Según el ministro de Autonomías, Carlos Romero, la norma permitirá que los gobiernos departamentales ejerzan sus competencias y las asambleas departamentales legislen desde el 30 de mayo sin la necesidad de esperar hasta 2011 sus estatutos adecuados a la Constitución Política del Estado (CPE), toda vez que el Tribunal Constitucional será electo a finales de 2010.
Para la autoridad, con esa ley eventualmente no se necesitarán los estatutos para poner en funcionamiento las autonomías departamentales. Según su explicación, los gobernadores podrán ejercer automáticamente sus competencias exclusivas, las 36 establecidas en el artículo 300 de la CPE, desde el 30 de mayo, cuando se posesionen. Así podrán tomar decisiones en materia de desarrollo humano y económico, infraestructura, servicios y emprendimientos productivos, entre otros.
Pero principalmente desaparecerá la susceptibilidad de que el ejercicio de las competencias dependa de una Ley Marco de Autonomías y Descentralización, dijo Romero.
El contenido del proyecto no fue discutido con las regiones, según el ministro, porque “son temas que no requieren mayor debate político”. “No creo que nadie se oponga a que las asambleas asuman su potestad legislativa”, expresó.
Al respecto, el asesor de la Prefectura de Tarija Rubén Ardaya calificó de imposición la “ley corta” porque, en su criterio, establece competencias recortadas que no tienen coincidencia con los estatutos autonómicos.
En tanto, el secretario de Autonomías de la Prefectura de Santa Cruz, Carlos Dabdoub, criticó la propuesta al considerar que la Constitución prevé una Ley de Autonomías y, más aún, porque no fue concertada.
Lo que le preocupa es la fuente de recursos económicos. Dijo que las gobernaciones tendrán más competencias que las actuales prefecturas, para, por ejemplo, solventar personal para el funcionamiento de la Asamblea Departamental.
Romero aseguró que la ley establecerá por única vez el uso del 17% del presupuesto departamental para el gasto corriente de la nueva estructura.
El contenido
Mando Referida a la transmisión, informe de gestión al Consejo Departamental y la entrega de despacho.
Sesiones Las reuniones preparatorias: directiva ad hoc, verificación de credenciales y elección de la directiva.
Reglamento También regulará la aprobación de la norma vinculada a los debates de la Asamblea.
Competencias Delineará la tuición de los gobiernos autónomos, estructura organizacional y administrativa.
Suspensión Establecerá mecanismos para la sustitución por ausencia temporal o definitiva del Gobernador.
Cierre Dictará líneas para el cierre de información financiera y auditoría, como también la transferencia de derechos y obligaciones.
El Gobierno remitió ayer el proyecto de Ley Transitoria de Autonomías a la Asamblea Legislativa Plurinacional para su análisis y aprobación. La propuesta cierra el paso a los estatutos autonómicos de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, aprobados en cuestionados referendos regionales.
Según el ministro de Autonomías, Carlos Romero, la norma permitirá que los gobiernos departamentales ejerzan sus competencias y las asambleas departamentales legislen desde el 30 de mayo sin la necesidad de esperar hasta 2011 sus estatutos adecuados a la Constitución Política del Estado (CPE), toda vez que el Tribunal Constitucional será electo a finales de 2010.
Para la autoridad, con esa ley eventualmente no se necesitarán los estatutos para poner en funcionamiento las autonomías departamentales. Según su explicación, los gobernadores podrán ejercer automáticamente sus competencias exclusivas, las 36 establecidas en el artículo 300 de la CPE, desde el 30 de mayo, cuando se posesionen. Así podrán tomar decisiones en materia de desarrollo humano y económico, infraestructura, servicios y emprendimientos productivos, entre otros.
Pero principalmente desaparecerá la susceptibilidad de que el ejercicio de las competencias dependa de una Ley Marco de Autonomías y Descentralización, dijo Romero.
El contenido del proyecto no fue discutido con las regiones, según el ministro, porque “son temas que no requieren mayor debate político”. “No creo que nadie se oponga a que las asambleas asuman su potestad legislativa”, expresó.
Al respecto, el asesor de la Prefectura de Tarija Rubén Ardaya calificó de imposición la “ley corta” porque, en su criterio, establece competencias recortadas que no tienen coincidencia con los estatutos autonómicos.
En tanto, el secretario de Autonomías de la Prefectura de Santa Cruz, Carlos Dabdoub, criticó la propuesta al considerar que la Constitución prevé una Ley de Autonomías y, más aún, porque no fue concertada.
Lo que le preocupa es la fuente de recursos económicos. Dijo que las gobernaciones tendrán más competencias que las actuales prefecturas, para, por ejemplo, solventar personal para el funcionamiento de la Asamblea Departamental.
Romero aseguró que la ley establecerá por única vez el uso del 17% del presupuesto departamental para el gasto corriente de la nueva estructura.
El contenido
Mando Referida a la transmisión, informe de gestión al Consejo Departamental y la entrega de despacho.
Sesiones Las reuniones preparatorias: directiva ad hoc, verificación de credenciales y elección de la directiva.
Reglamento También regulará la aprobación de la norma vinculada a los debates de la Asamblea.
Competencias Delineará la tuición de los gobiernos autónomos, estructura organizacional y administrativa.
Suspensión Establecerá mecanismos para la sustitución por ausencia temporal o definitiva del Gobernador.
Cierre Dictará líneas para el cierre de información financiera y auditoría, como también la transferencia de derechos y obligaciones.
jueves, 13 de mayo de 2010
Anular la Participación Popular puede paralizar los municipios
Boris Miranda / La Paz
Analistas y municipalistas advirtieron que la derogatoria de la Ley 1551 de Participación Popular, propuesta por el Movimiento Al Socialismo (MAS), puede paralizar la administración municipal si no se crea un nuevo marco normativo apropiado.
La reacción se derivó de la propuesta del oficialismo, en sentido de sustituir la norma a través de un paquete de 12 leyes vinculadas a la gestión local, éstas a iniciativa de la Federación de Asociaciones Municipales de Bolivia (FAM).
El director ejecutivo de la organización municipal, Dino Palacios, en conversación con Página Siete admitió que la FAM presentó las propuestas a la diputada del MAS Betty Tejada, quien ahora impulsa el proyecto.
Aunque prefirió no polemizar sobre la información difundida el martes por este diario, el funcionario dijo que la transición a la nueva ruta municipal debe recoger las experiencias de los 16 años de vigencia de la Ley 1551. Lo que hay que hacer es “construir sobre lo avanzado”, dijo.
Pero el diputado del Movimiento Sin Miedo (MSM) Fabian Yaksic había dicho que la Ley Marco de Autonomías y Descentralización (LMAD) “dispondrá el fin de la Participación Popular, como la de Municipalidades y de Descentralización”.
La Ley de Participación Popular fue promulgada en 1994 por el Gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada. La norma permitió la democratización de la distribución de recursos en los municipios, como la participación ciudadana en la gestión del desarrollo local y la elección por voto de autoridades municipales.
Su eventual sustitución, prevista para antes del 22 de julio (fecha límite para la aprobación de las leyes orgánicas), preocupa a los expertos, pues aún no existe un marco normativo nuevo con el que regirán su funcionamiento los municipios.
El analista Iván Arias advirtió que la ruta definida por el oficialismo puede generar vacíos jurídicos peligrosos para las comunas, pues, en su criterio, la Ley 1551 define accesos a recursos económicos y competencias de gestión. “Durante 16 años hubo un marco que ha permitido a las comunas ejercer sus atribuciones de forma apropiada. Querer hacer tabla rasa, es generar una fuente de conflicto. No veo necesidad de hacer un cambio tan súbito. La norma actual es incompleta, probablemente, pero no por eso se va a paralizar todo el aparato municipal”, dijo.
Opinó que la LMAD no debería derogar la Ley 1551, sino que ésta debería superarse una vez que esté listo todo el marco normativo para los municipios.
La Participación Popular permitió que en 16 años la cantidad de municipios crezca de 24 a 337. Además, la inversión municipal se incrementó de 120 millones de dólares, en 1994, a 954 millones, en 2008, según un informe de la FAM.
Asimismo, la recaudación impositiva municipal creció en cerca del 200% en ese tiempo.
Por su parte, el constitucionalista Carlos Hugo Molina, parte del equipo que impulsó la ley en 1994, pidió separar el “entierro” de una norma de la clausura de una etapa municipal.
“Más allá de las respetables defunciones, entierros y resurrecciones, tengo la sensación de que todos hemos aprendido a diferenciar una ley (la de Participación Popular) de un proceso”.
Señaló que el municipalismo brindó los espacios para el desarrollo de muchas de las políticas actualmente vigentes y afirmó que su repercusión en la sociedad no podrá extinguirse con la derogatoria de la Ley 1551.
Dijo que su desaparición podrá devolver al país a un escenario de estancamiento. “En otros países se ha identificado que la falta de un instrumento como nuestra Participación Popular dificulta a los municipios avanzar como quieren”.
Sin embargo, el MAS considera que la construcción del nuevo sistema municipal en Bolivia deberá sujetarse a la Constitución Política del Estado.
Tejada y Yaksic, de la Comisión de Organización Territorial y Autonomías, coincidieron en señalar que la agenda legislativa concertada con la FAM permitirá una transición ordenada.
El afán del MAS de cambiar la ley se sustenta en su criterio de que la Participación Popular no está acorde a la realidad actual.
Logros de la 1551
Consolidación La Ley de Participación Popular consolidó el modelo municipal, que saltó de 24 municipios, en 1994, a 337, en 2010.
Escuela municipal Varios de los actores nacionales y regionales hicieron sus primeras armas en gestión pública en la administración de comunas.
Inversiones La inversión de los municipios en el país aumentó en 200% en los últimos 16 años.
Inversiones II Las alcaldías del país, entre 1994 y 2008, se constituyeron en los principales inversores de Bolivia, concentraron el 50%.
Inversiones III La coparticipación tributaria permitió el incremento del gasto público de nueve dólares por persona a 50 dólares.
Capacidad tributaria Los municipios crecieron, de 68 millones de dólares en capacidad impositiva (1994) a 244 millones en 2008.
Asistencia local Las comunas aportan a programas de salud y educación e incluso en políticas nacionales, como la Renta Dignidad. (Fuente: FAM)
La FAM destaca la norma que rige la gestión local
Página Siete / La Paz
La Federación de Asociaciones Municipales de Bolivia (FAM) destacó los logros de la Ley de Participación Popular en los últimos 16 años y pidió que sus alcances sean considerados cuando se construya un nuevo marco jurídico.
El director ejecutivo de la entidad que aglutina a los municipios de Bolivia, Dino Palacios, afirmó que la FAM ha trabajado en estos años para profundizar los beneficios de la Ley 1551 y para superar sus debilidades.
“La Participación Popular es el cambio más trascendente a nivel municipal que se dio en un periodo del país. Ha logrado fortalecer a los municipios y consolidarlos como los principales inversores del país, además de empoderar a los actores locales”.
El municipalista indicó que para la transición a un nuevo modelo se deberá trabajar sobre la base de lo ya avanzado.
Analistas y municipalistas advirtieron que la derogatoria de la Ley 1551 de Participación Popular, propuesta por el Movimiento Al Socialismo (MAS), puede paralizar la administración municipal si no se crea un nuevo marco normativo apropiado.
La reacción se derivó de la propuesta del oficialismo, en sentido de sustituir la norma a través de un paquete de 12 leyes vinculadas a la gestión local, éstas a iniciativa de la Federación de Asociaciones Municipales de Bolivia (FAM).
El director ejecutivo de la organización municipal, Dino Palacios, en conversación con Página Siete admitió que la FAM presentó las propuestas a la diputada del MAS Betty Tejada, quien ahora impulsa el proyecto.
Aunque prefirió no polemizar sobre la información difundida el martes por este diario, el funcionario dijo que la transición a la nueva ruta municipal debe recoger las experiencias de los 16 años de vigencia de la Ley 1551. Lo que hay que hacer es “construir sobre lo avanzado”, dijo.
Pero el diputado del Movimiento Sin Miedo (MSM) Fabian Yaksic había dicho que la Ley Marco de Autonomías y Descentralización (LMAD) “dispondrá el fin de la Participación Popular, como la de Municipalidades y de Descentralización”.
La Ley de Participación Popular fue promulgada en 1994 por el Gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada. La norma permitió la democratización de la distribución de recursos en los municipios, como la participación ciudadana en la gestión del desarrollo local y la elección por voto de autoridades municipales.
Su eventual sustitución, prevista para antes del 22 de julio (fecha límite para la aprobación de las leyes orgánicas), preocupa a los expertos, pues aún no existe un marco normativo nuevo con el que regirán su funcionamiento los municipios.
El analista Iván Arias advirtió que la ruta definida por el oficialismo puede generar vacíos jurídicos peligrosos para las comunas, pues, en su criterio, la Ley 1551 define accesos a recursos económicos y competencias de gestión. “Durante 16 años hubo un marco que ha permitido a las comunas ejercer sus atribuciones de forma apropiada. Querer hacer tabla rasa, es generar una fuente de conflicto. No veo necesidad de hacer un cambio tan súbito. La norma actual es incompleta, probablemente, pero no por eso se va a paralizar todo el aparato municipal”, dijo.
Opinó que la LMAD no debería derogar la Ley 1551, sino que ésta debería superarse una vez que esté listo todo el marco normativo para los municipios.
La Participación Popular permitió que en 16 años la cantidad de municipios crezca de 24 a 337. Además, la inversión municipal se incrementó de 120 millones de dólares, en 1994, a 954 millones, en 2008, según un informe de la FAM.
Asimismo, la recaudación impositiva municipal creció en cerca del 200% en ese tiempo.
Por su parte, el constitucionalista Carlos Hugo Molina, parte del equipo que impulsó la ley en 1994, pidió separar el “entierro” de una norma de la clausura de una etapa municipal.
“Más allá de las respetables defunciones, entierros y resurrecciones, tengo la sensación de que todos hemos aprendido a diferenciar una ley (la de Participación Popular) de un proceso”.
Señaló que el municipalismo brindó los espacios para el desarrollo de muchas de las políticas actualmente vigentes y afirmó que su repercusión en la sociedad no podrá extinguirse con la derogatoria de la Ley 1551.
Dijo que su desaparición podrá devolver al país a un escenario de estancamiento. “En otros países se ha identificado que la falta de un instrumento como nuestra Participación Popular dificulta a los municipios avanzar como quieren”.
Sin embargo, el MAS considera que la construcción del nuevo sistema municipal en Bolivia deberá sujetarse a la Constitución Política del Estado.
Tejada y Yaksic, de la Comisión de Organización Territorial y Autonomías, coincidieron en señalar que la agenda legislativa concertada con la FAM permitirá una transición ordenada.
El afán del MAS de cambiar la ley se sustenta en su criterio de que la Participación Popular no está acorde a la realidad actual.
Logros de la 1551
Consolidación La Ley de Participación Popular consolidó el modelo municipal, que saltó de 24 municipios, en 1994, a 337, en 2010.
Escuela municipal Varios de los actores nacionales y regionales hicieron sus primeras armas en gestión pública en la administración de comunas.
Inversiones La inversión de los municipios en el país aumentó en 200% en los últimos 16 años.
Inversiones II Las alcaldías del país, entre 1994 y 2008, se constituyeron en los principales inversores de Bolivia, concentraron el 50%.
Inversiones III La coparticipación tributaria permitió el incremento del gasto público de nueve dólares por persona a 50 dólares.
Capacidad tributaria Los municipios crecieron, de 68 millones de dólares en capacidad impositiva (1994) a 244 millones en 2008.
Asistencia local Las comunas aportan a programas de salud y educación e incluso en políticas nacionales, como la Renta Dignidad. (Fuente: FAM)
La FAM destaca la norma que rige la gestión local
Página Siete / La Paz
La Federación de Asociaciones Municipales de Bolivia (FAM) destacó los logros de la Ley de Participación Popular en los últimos 16 años y pidió que sus alcances sean considerados cuando se construya un nuevo marco jurídico.
El director ejecutivo de la entidad que aglutina a los municipios de Bolivia, Dino Palacios, afirmó que la FAM ha trabajado en estos años para profundizar los beneficios de la Ley 1551 y para superar sus debilidades.
“La Participación Popular es el cambio más trascendente a nivel municipal que se dio en un periodo del país. Ha logrado fortalecer a los municipios y consolidarlos como los principales inversores del país, además de empoderar a los actores locales”.
El municipalista indicó que para la transición a un nuevo modelo se deberá trabajar sobre la base de lo ya avanzado.
Cervezas artesanales con sabor rústico que busca la innovación
Alejandra Pau / La Paz
En busca del sabor rústico e innovador, algunos emprendimientos privados cerveceros en nuestro país iniciaron la producción de cerveza artesanal con ingredientes propios del altiplano y naturales como la quinua o la miel, o produciendo un sabor de calidad internacional pero con alma boliviana.
Se conoce que la receta de cerveza más antigua data del siglo III, cuando la elaboraban a partir de panes de cebada poco cocidos que dejaban fermentar en agua.
Las cervezas artesanales de Bolivia, que están vigentes, tienen poco tiempo sorprendiendo el paladar del que toma cerveza, pero una vez saboreada, es difícil de olvidar. Ése es el caso de la Cervecería Leclere, ubicada en Cochabamba, que nació por la inquietud de dos jóvenes hermanos que decidieron abrir esta fábrica como alternativa a la disminuida oferta de trabajo que hay en nuestro país.
De quinua
La Cervecería Leclere lleva ese rótulo por el apellido de los propietarios que producen cerveza desde el 2007. Claudia Leclere, copropietaria, afirma que “nuestra cerveza se caracteriza por ser completamente natural, no tiene ningún tipo de conservantes, químicos, adjuntos cerveceros y no es pasteurizada. Es una cerveza sin filtrar, por tanto, su fermentación se da en la misma botella y el gas es natural. Su sabor es 100 por ciento de malta”.
La idea de elaborar este producto siempre estuvo presente en los Leclere, pero finalmente se animaron cuando la Cancillería propuso llevar a la Feria de Shanghai, en China, productos con granos bolivianos. Así empezaron las pruebas.
“Esta cerveza tiene poca espuma, después de tomarla se siente el dejo a quinua en la boca”, dice la copropietaria. Para los Leclere es una gran oportunidad para que cereales andinos como la quinua sean apreciados en un producto tan consumido y legendario como la cerveza.
El objetivo principal de la producción es rescatar los sabores rústicos para el paladar boliviano y extranjero. Por eso, además de la de quinua, ofrecen diez variedades de cerveza que se producen en diferentes meses del año, las cuales son:
- Lager Premium. Es una cerveza clara elaborada con levadura tipo lager y es premium. Contiene 5% de alcohol.
- Lager con miel. En el proceso de producción se le agrega miel para que tenga un suave sabor, aunque no es dulce. Tiene 5% de alcohol.
- Le Premium. Es una cerveza elaborada con levadura tipo Ale. Tiene 5% de alcohol.
- Brown Ale. Se elabora con malta de cebada caramelo a medio tostar, por lo que es una cerveza de color café. 5% de alcohol por volumen.
- IPA (Indian Pale Ale). Es más amarga de lo normal porque tiene bastante lúpulo. 5% de alcohol.
- Witbier. En el proceso de elaboración se coloca cilantro y cáscara de naranja. 4% de alcohol.
- Stout. Es una cerveza elaborada con malta tostada, pero no es dulce. 4,5% de grado alcohólico.
- Bock. Tiene un grado alcohólico elevado (7%) y es tipo lager.
- Kölch. Es una cerveza de trigo que tiene un grado alcohólico de 4%.
- La cerveza de quinua. 5% de grado alcohólico.
Leclere se vende en la ciudad de Cochabamba en ferias zonales y de comidas, en algunas tiendas ecológicas y a pedidos.
Los precios son de seis bolivianos la botella y 135 bolivianos la caja de 24 unidades, con botellas de 300cc.
La cervecería de Ted
Sucre no se queda atrás porque gracias a la visión de un holandés, Michel Handelé, al que todos llaman Ted (de donde proviene el nombre de su empresa ‘Teds Cervecería’) produce cuatro tipos de cerveza. En 2001, Ted llegó a Bolivia con la idea de estar seis meses, pero nunca usó su pasaje de regreso, ya que se enamoró de Sucre y de una boliviana que ahora es su esposa.
Después de un tiempo extrañando las cervezas belgas –que siempre había tomado cuando estaba en Holanda– decidió utilizar su experiencia como ingeniero de alimentos y la que ganó al trabajar en otras cervecerías en su país, para producir cerveza en su casa.
“Mis amigos en Sucre gustaban mucho las cervezas que hacía y me preguntaban si podía hacer más, así que me animé por hacer una producción más grande”, señala Ted.
Las cuatro cervezas que produce Teds Cervecería son:
– Ámbar, una cerveza tipo la cerveza “Pale Ale” de Bélgica, tiene color ámbar, bastante lúpulo, es amarga, con mucho cuerpo, y posee 5% de alcohol.
– Chala, es como la cerveza blanca de Bélgica, elaborada con trigo, cilantro y piel de naranja. Muy refrescante, de color blanco turbio, también posee 5% de alcohol.
– Reina, la más fuerte de Bolivia con 8,5% de alcohol, tiene mucha malta y miel, lo que le da un toque muy especial.
– Mango, una cerveza elaborada con mango, combinación hecha para satisfacer el gusto de Ted, aunque sólo hay mangos en diciembre, por lo que no se produce todo el año.
Las cervezas de Ted se venden en La Paz, Oruro, Potosí, Sucre, Tarija y Samaipata.
Saya Beer, de artesanal a microcervecería
Hace 13 años nació Saya Beer como una cerveza artesanal de calidad premium, tipo europea. Se vendía en un bar en Sopocachi, el Cambrinus, para los amigos de Remo Baptista, dueño de la Saya y los clientes del dueño del bar.
Sin embargo, se fue haciendo popular entre los paceños y extranjeros, que comenzaron a apreciarla.
Hacer camino con una cerveza que nació siendo artesanal y se convirtió en microempresa, en un mercado lleno de cervezas industrializadas, fue difícil y lo sigue siendo, sobre todo cuando intentan llevarse crédito por sus emprendimientos.
Los primeros
“Hay otra empresa que pregona que es la única en hacer cerveza de pura malta. Nosotros fuimos la primera cervecería en hacerlo hace 13 años. Fuimos los primeros en hacer la cerveza negra europea y amarga, que no es lo mismo que bicervecina o maltín. El hecho de que hayan invertido mucho dinero en la producción no significa que hayan sido los primeros”, señala Baptista. Otro de los preceptos es no mezclar la Saya con otro tipo de ingredientes porque se pretende mantener la calidad de las cervezas alemanas e inglesas. Gracias a ello se va cambiando la mentalidad del boliviano en cuanto a sabores internacionales, pero a partir de un producto elaborado en el país. Clientes
Aunque el mercado boliviano ha empezado a apreciar a esta cerveza, los principales clientes son extranjeros. “Nuestro mayor número de clientes son de embajadas y extranjeros, quienes consumen de 50 a 60 por ciento de nuestra cerveza, porque ellos aprecian este tipo de calidad”, señala el jefe de ventas de Saya, Enrique Galdo.
Tipos
Esta empresa elabora los siguientes tipos de cerveza:
–Saya Ale. Tipo “bitter”, de color ámbar, con sabor amargo, con una mediana y burbujeante espuma y un aroma fuerte a malta. 5% de alcohol.
– Saya Colonial. Tipo “kolsh”, rubia, de color dorado, con espuma blanca y burbujeante, con sabor seco balanceado. Tiene 5% de alcohol.
– Saya Negra. Tipo “bock”, es lager negra de pura malta y color negro rojizo, de suave sabor al inicio y un dejo final a malta, de mucho cuerpo, contiene 7% de alcohol .
– Saya de temporada. Varía, como su nombre lo dice, según la temporada entre Saya Colonial no filtrada, Saya Helles, Saya Doblebock y Saya Stout.
Las presentaciones son en barril de 20 y 58,7 litros.
En busca del sabor rústico e innovador, algunos emprendimientos privados cerveceros en nuestro país iniciaron la producción de cerveza artesanal con ingredientes propios del altiplano y naturales como la quinua o la miel, o produciendo un sabor de calidad internacional pero con alma boliviana.
Se conoce que la receta de cerveza más antigua data del siglo III, cuando la elaboraban a partir de panes de cebada poco cocidos que dejaban fermentar en agua.
Las cervezas artesanales de Bolivia, que están vigentes, tienen poco tiempo sorprendiendo el paladar del que toma cerveza, pero una vez saboreada, es difícil de olvidar. Ése es el caso de la Cervecería Leclere, ubicada en Cochabamba, que nació por la inquietud de dos jóvenes hermanos que decidieron abrir esta fábrica como alternativa a la disminuida oferta de trabajo que hay en nuestro país.
De quinua
La Cervecería Leclere lleva ese rótulo por el apellido de los propietarios que producen cerveza desde el 2007. Claudia Leclere, copropietaria, afirma que “nuestra cerveza se caracteriza por ser completamente natural, no tiene ningún tipo de conservantes, químicos, adjuntos cerveceros y no es pasteurizada. Es una cerveza sin filtrar, por tanto, su fermentación se da en la misma botella y el gas es natural. Su sabor es 100 por ciento de malta”.
La idea de elaborar este producto siempre estuvo presente en los Leclere, pero finalmente se animaron cuando la Cancillería propuso llevar a la Feria de Shanghai, en China, productos con granos bolivianos. Así empezaron las pruebas.
“Esta cerveza tiene poca espuma, después de tomarla se siente el dejo a quinua en la boca”, dice la copropietaria. Para los Leclere es una gran oportunidad para que cereales andinos como la quinua sean apreciados en un producto tan consumido y legendario como la cerveza.
El objetivo principal de la producción es rescatar los sabores rústicos para el paladar boliviano y extranjero. Por eso, además de la de quinua, ofrecen diez variedades de cerveza que se producen en diferentes meses del año, las cuales son:
- Lager Premium. Es una cerveza clara elaborada con levadura tipo lager y es premium. Contiene 5% de alcohol.
- Lager con miel. En el proceso de producción se le agrega miel para que tenga un suave sabor, aunque no es dulce. Tiene 5% de alcohol.
- Le Premium. Es una cerveza elaborada con levadura tipo Ale. Tiene 5% de alcohol.
- Brown Ale. Se elabora con malta de cebada caramelo a medio tostar, por lo que es una cerveza de color café. 5% de alcohol por volumen.
- IPA (Indian Pale Ale). Es más amarga de lo normal porque tiene bastante lúpulo. 5% de alcohol.
- Witbier. En el proceso de elaboración se coloca cilantro y cáscara de naranja. 4% de alcohol.
- Stout. Es una cerveza elaborada con malta tostada, pero no es dulce. 4,5% de grado alcohólico.
- Bock. Tiene un grado alcohólico elevado (7%) y es tipo lager.
- Kölch. Es una cerveza de trigo que tiene un grado alcohólico de 4%.
- La cerveza de quinua. 5% de grado alcohólico.
Leclere se vende en la ciudad de Cochabamba en ferias zonales y de comidas, en algunas tiendas ecológicas y a pedidos.
Los precios son de seis bolivianos la botella y 135 bolivianos la caja de 24 unidades, con botellas de 300cc.
La cervecería de Ted
Sucre no se queda atrás porque gracias a la visión de un holandés, Michel Handelé, al que todos llaman Ted (de donde proviene el nombre de su empresa ‘Teds Cervecería’) produce cuatro tipos de cerveza. En 2001, Ted llegó a Bolivia con la idea de estar seis meses, pero nunca usó su pasaje de regreso, ya que se enamoró de Sucre y de una boliviana que ahora es su esposa.
Después de un tiempo extrañando las cervezas belgas –que siempre había tomado cuando estaba en Holanda– decidió utilizar su experiencia como ingeniero de alimentos y la que ganó al trabajar en otras cervecerías en su país, para producir cerveza en su casa.
“Mis amigos en Sucre gustaban mucho las cervezas que hacía y me preguntaban si podía hacer más, así que me animé por hacer una producción más grande”, señala Ted.
Las cuatro cervezas que produce Teds Cervecería son:
– Ámbar, una cerveza tipo la cerveza “Pale Ale” de Bélgica, tiene color ámbar, bastante lúpulo, es amarga, con mucho cuerpo, y posee 5% de alcohol.
– Chala, es como la cerveza blanca de Bélgica, elaborada con trigo, cilantro y piel de naranja. Muy refrescante, de color blanco turbio, también posee 5% de alcohol.
– Reina, la más fuerte de Bolivia con 8,5% de alcohol, tiene mucha malta y miel, lo que le da un toque muy especial.
– Mango, una cerveza elaborada con mango, combinación hecha para satisfacer el gusto de Ted, aunque sólo hay mangos en diciembre, por lo que no se produce todo el año.
Las cervezas de Ted se venden en La Paz, Oruro, Potosí, Sucre, Tarija y Samaipata.
Saya Beer, de artesanal a microcervecería
Hace 13 años nació Saya Beer como una cerveza artesanal de calidad premium, tipo europea. Se vendía en un bar en Sopocachi, el Cambrinus, para los amigos de Remo Baptista, dueño de la Saya y los clientes del dueño del bar.
Sin embargo, se fue haciendo popular entre los paceños y extranjeros, que comenzaron a apreciarla.
Hacer camino con una cerveza que nació siendo artesanal y se convirtió en microempresa, en un mercado lleno de cervezas industrializadas, fue difícil y lo sigue siendo, sobre todo cuando intentan llevarse crédito por sus emprendimientos.
Los primeros
“Hay otra empresa que pregona que es la única en hacer cerveza de pura malta. Nosotros fuimos la primera cervecería en hacerlo hace 13 años. Fuimos los primeros en hacer la cerveza negra europea y amarga, que no es lo mismo que bicervecina o maltín. El hecho de que hayan invertido mucho dinero en la producción no significa que hayan sido los primeros”, señala Baptista. Otro de los preceptos es no mezclar la Saya con otro tipo de ingredientes porque se pretende mantener la calidad de las cervezas alemanas e inglesas. Gracias a ello se va cambiando la mentalidad del boliviano en cuanto a sabores internacionales, pero a partir de un producto elaborado en el país. Clientes
Aunque el mercado boliviano ha empezado a apreciar a esta cerveza, los principales clientes son extranjeros. “Nuestro mayor número de clientes son de embajadas y extranjeros, quienes consumen de 50 a 60 por ciento de nuestra cerveza, porque ellos aprecian este tipo de calidad”, señala el jefe de ventas de Saya, Enrique Galdo.
Tipos
Esta empresa elabora los siguientes tipos de cerveza:
–Saya Ale. Tipo “bitter”, de color ámbar, con sabor amargo, con una mediana y burbujeante espuma y un aroma fuerte a malta. 5% de alcohol.
– Saya Colonial. Tipo “kolsh”, rubia, de color dorado, con espuma blanca y burbujeante, con sabor seco balanceado. Tiene 5% de alcohol.
– Saya Negra. Tipo “bock”, es lager negra de pura malta y color negro rojizo, de suave sabor al inicio y un dejo final a malta, de mucho cuerpo, contiene 7% de alcohol .
– Saya de temporada. Varía, como su nombre lo dice, según la temporada entre Saya Colonial no filtrada, Saya Helles, Saya Doblebock y Saya Stout.
Las presentaciones son en barril de 20 y 58,7 litros.
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